Es la hora, la tensión, la emoción suben a su punto de ebullición mas alto, es la hora de walking the dog.
Wow que contento se pone y yo no te digo mas, entonces me convierto (ya saben ustedes) en el líder de la manada.
El paseo se convierte en toda una aventura, hacemos amistades, visitamos nuevos árboles, nuevas farolas que han debido de estar ahí toda la vida y que ahora me conozco como la palma de mi mano, hasta marcamos nuestro territorio, mientras él va dejando su huella en cada esquina yo voy captando esa instantánea perfecta con mi cámara.
Es curioso las mismas amistades de siempre, los mismos gestos, las mismas sonrisas, gentes que no conozco de nada y que si no fuera acompañado de mi little dog ni me saludarían al cruzarnos por la calle y ahora hasta me sonríen.
Comentarios de afecto lo mas ridículos y estúpidos que jamás haya escuchado, y hasta las barbaridades que uno tiene que llegar a escuchar.
Y es que no falla, nunca dejas de pasar al lado de una pareja que lleve a un niño en el carrito que no exclamen:
-! Sí, el guau guau !
Pero señora (me digo yo) no confunda por favor a la criatura, !que manera de enseñarle es esa! ¿el guau guau? Mi perro tiene nombre, pregúntelo y verá como responde al escuchárselo decir.
Pues no, mi perro para ellos siempre es el gua guau. Y yo me pregunto acaso mi perro cuando pasa delante de su niño se gira para decirle:
- ! ajo el nene !
¿Le ha escuchado alguna vez decir eso a mi perro ?
Pues entonces! Así salen luego los niños.
Pero el otro día fue el colmo de lo absurdo, hay que ver la soledad de las personas (y esto es serio no es para reírse) hay gente que es su único apoyo, su única compañía, hablan con ellos constantemente, son uno mas de la familia (esto lo entiendo) pero es que les tratan como si fueran personas y eso ya se me escapa un poco.
El otro día sin ir mas lejos: pasamos al lado de una señora mayor que iba con su pequeñajo y al vernos le decía a su mascota:
- !mira va con su papá !
( en referencia a mi perro )
En ese momento no supe que decir, ni donde meterme! que nadie me haya visto! (pensé) jejeje
Releches señora que no es mi hijo es mi perro. Si bien se dice que los dueños de los perros acaban por parecerse a sus mascotas, pero un pokito de por favor.
Pero para qué ibas a contestar! La señora lo decía de buena fe.
Pues anda hijo vámonos ya para casa, que mamá nos está esperando.
- Adiós, adiós.
Rod Rodríguez
