Bienvenidos a mi blog Canciones Poemas Y otras Legumbres donde podréis ver algunas letras de canciones,algunas poesías, algunos poemas indispuestos, relatos cortos, vivencias a corazón abierto, pensamientos en voz alta ahora que no nos escucha nadie, algunas notas, acordes, desacordes afinados, fotografías de la vida misma y otras legumbres
Si las estaciones que conozco fuesen algo mas que meros puentes para las despedidas, y todos sus escenarios no me brindasen cierto áspero olor a tristeza incorporada de serie, entonces y solo entonces abandonaría ese recuerdo arcaico extraído de un viejo baúl.
Es inevitable no contemplar que alguien en pleno siglo XXI no suelte todavía una pequeña lágrima
o se quede estático al otro lado viendo como la otra persona se aleja hasta que desaparece y entonces solo entonces da media vuelta.
Llega una chica al andén y espera su tren, no dice nada, no media palabra con nadie, solo de vez en cuando echa un vistazo a su maleta, se mete la mano derecha en el bolsillo de su chaqueta y saca un pequeño libro titulado El Gran Salto de un autor aún desconocido y lo ojea, repite algo en voz baja y lo vuelve a guardar en el mismo lugar donde antes estaba.
Al momento se aproxima un joven con su guitarra al hombro conduciendo pasos firmes y tarareando algo así como un estribillo muy seguro de sí mismo mientras repite una y otra vez y la mira fijamente. Se acerca a ella la mira a los ojos y le dice brevemente algo que rápidamente provoca las sonrisa de la chica.
Todo apuntaba a un final feliz, hubiese estado bien, regalándome a mis ojos esa pincelada de romanticismo que falta en estos traslúcidos lugares.
Pero al final él se aleja en otra dirección mientras la sigue mirando y repitiendo las mismas palabras que antes y ella con la sonrisa en su gesto mientras espera su hora vuelve a introducir su mano en el bolsillo y saca de nuevo su pequeño tesoro y vuelve a releer la misma frase.
No deberían existir mas estaciones que las que vienen acompañadas de climáticos aromas como tarjeta de presentación.
Pero a veces la vida te hace esperar un buen rato.
Son pasadas las 9,30 de la noche, el dia ha sido intenso, y todavía no ha acabado,
estoy agotado, pero contento con lo cual es mas llevadero.
Antes de ir a casa todavia tengo que hacer algunos recados, pasar por la oficina, las ultimas gestiones del día quizás, me gusta la oficina a estas horas cuando no hay nadie y puedo estar tranquilo, enciendo la mitad de las luces , es suficiente.
Como la manzana que me llevé para merendar que ni siquiera me dio tiempo y la saboreo mientras me adentro en unos segundos de placer.
Creo que hoy me los merezco.
En una postura mas bien cómoda, con las manos atrás sobre la cabeza, observo durante unos segundos el horizonte desde mi mesa, mientras analizo todo lo que ha dado de si el día. Y agrupo los momentos y sus emociones por tamaño, por peso, por colores.
Han habido mas exitos que fracasos, la verdad es que todos han sido éxitos, ( al menos en la vida laboral especialmente) ha sido bestial , desde las 6 de la mañana que me levanté, las cosas que han pasado por mi cabeza, las baldosas que he pisado, las veces que conteste al telefono a mi jefe, las veces que he motivado a mi gente, o al menos me esforcé por intentar conseguirlo, las veces que he sido condescendiente, las veces que me he crecido hoy, wow has sido brutal el dia, y ahora necesito compartirlo contigo.
Pero tu no estás,
aunque se que desde tu rincón puedes oirme y entenderme.
Bueno...
Dios , que pasada de canción está sonando en el blog de Mi cancion de hoy, este tio no se como lo hace, pero es un crack, la verdad es que no se como se lo monta pero elige y comparte cada canción que ni el mejor de los Carlos Tena, Ordovás, y compañía.
Me compré el disco tras escucharle en este blog y no me ha decepcionado.
Suena Song for Evangeline de Pájaro Sunrise desde mi portátil con un sonido lo mas parecido al mono de antes pero resulta cuanto menos bello y sugerente para estas canciones y a estas horas.
La acústica en estos momentos es fantástica.
La letra es despiadadamente cruda y real como la vida misma.
Es mi momento de placer, realizo las ultimas gestiones, recojo un poco ( solo un poco ) la mesa y disfruto del tiempo que le dedico, ahora que nadie me ve, a mis dos plantas, las riego tranquilamente, el agua se desliza lentamente por sus hojas verdes, todo ello ante la atenta mirada del presidente de la compañia que esta de frente colgado en la pared de mi izquierda en un recorte de prensa de una entrevista de La Gaceta y que me está observando con su mirada directa y penetrante.
Pero hoy me lo puedo permitir casi todo.
Suena de nuevo Song for Evangeline de Pajaro Sunrise, como me está calando esta canción hasta los huesos, es precisamente lo que necesitaba.
Bueno va siendo hora de levantar ancla y marchar a casa.
Cierro mi ordenador. Salgo de la oficina antes echo la vista atrás y me deleito de nuevo con mis dos plantas que me dicen al unísono hasta mañana jefe.
Apago las luces y bajo las persianas.
Sigue sonando Song for Evangeline en mi cabeza durante todo el trayecto de vuelta a casa.
Conduzco despacio, hay poco trafico en las avenidas, disfruto de la ciudad, de sus edificios a estas horas.
