¿quién no recuerda aquella que dice...
"A Dios pongo por testigo que no podrán derribarme. Sobreviviré, y cuando todo haya pasado, nunca volveré a pasar hambre, ni yo ni ninguno de los míos. Aunque tenga que mentir, robar, mendigar o matar, ¡a Dios pongo por testigo que jamás volveré a pasar hambre!"
(Lo que el viento se llevó)
También viene otra de este clásico del cine a la memoria aunque mucho mas divertida claro:
¡¡Señorita Calata, señorita Calata!!!
A veces una frase vale una película o casi. Pero sin duda una canción lo doy por hecho.
Tras unas últimas jornadas que no se las deseo ni a mi peor enemigo le decía la hormiga a la cigarra, te voy a desvelar mi gran secreto.
Pues tu dirás hormiga! ( le contestaba la cigarra )
- Tu vida (sabes) es mucho mas divertida que la nuestra, todo el día cantando, de fiesta, de aquí para allá, en cambio nosotras trabajamos de sol a sol, día tras día todo el año, acarreamos comida en previsión de que en invierno el alimento escasee, ordeñamos a nuestros rebaños de pulgones, obedecemos a una reina y siempre damos una imagen de organización, constancia, esfuerzo, y consecución de objetivos.
Somo el ejemplo típico en toda organización empresarial y además nos enfrentan contra vosotras las cigarras que representáis el modelo de una vida menos estresada, siempre alegre, siempre cantando, siempre de buen humor.
Y nosotras las hormigas queremos saber que se siente por una semana siendo cigarras.
Dicho lo cual, se intercambian papeles, vidas, situaciones, labores... todo.
Y al cabo del tercer día, la hormiga que no paraba de recibir críticas despiadadas de propios y extraños, de sus propias compañeras de fatigas, cansada de levantarse y no hacer nada, de sentirse inútil, de no hacer mas que cantar canciones que aparentemente eran alegres pero que ya no lo eran tanto, de haber engordado 5 kilos de tanto comer y beber cerveza, ya no lo veía tan divertido ser cigarra como antes le parecía.
La cigarra mientras tanto, estaba que no se lo creía, pertenecía a un grupo un gran grupo por primera vez, tenía compañeras que le escuchaban, le ayudaban, le querían, se sentía parte importante de una organización.
Se sentía enormemente valorada, hasta tal punto que no echaba de menos su vida anterior, ni las canciones,
La hormiga estaba deseando que acabase la semana para volver a su vida anterior.
Pidió perdón y dio gracias a Dios por la lección que acaba de aprender.
No valoramos a veces lo que tenemos, solo vemos lo aparentemente divertido de la vida de los demás.
Basta con perder lo que tienes para valorar a veces lo importante y afortunado que uno es.
Volvieron a encontrarse la cigarra y la hormiga y la cigarra se quedó sorprendida porque esta vez quien cantaba era la hormiga que no paraba de repetir una frase una y otra vez , una y otra vez:
"Hard Times ain't gonna rule my mind no more
Hard Times ain't gonna rule my mind no more
Hard Times ain't gonna rule my mind no more"
que traducida viene a decir:
Los tiempos difíciles no van a guiar mi vida nunca más
Gillian Welch - Hard Times
Rod Rodríguez
Fuente de inspiración de este post: el fantástico blog de Dark Night on the route