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domingo, 16 de octubre de 2011

Rosas, estrellas y un sueño inacabado

    Quise acercarme un poco más
para comprobar que en realidad si se trataba de rosas pintadas en los muros blancos de aquel solar en su parte mas comercial donde circulaban los coches y la multitud sin detenerse.

Como únicos inquilinos se repartían los metros cuadrados a partes iguales montones gigantescos de escombros confinados a su suerte, restos de muebles que en alguna época mostraron todo su esplendor y que ahora solo son estatuas del jardín de infancia  de los gatos vagabundos que acechan atentos sobre el tejado.

A escasos metros y desde un punto mas que privilegiado, sobre la acera montaba su particular escenario como cada noche un músico de jazz cortejando la noche en su mundo plata y gris hasta regalarle las estrellas y la luna, siempre dentro de los límites de un sueño inacabado.

En plena calle sin detenerse apenas nadie, solo el  frío y las notas salidas desde lo mas profundo del alma de aquel músico y su instrumento fundidos en uno, bailan y conviven mano a mano.

La noche es eterna para el músico y a la vez su vía de escape para evadirse y transportarse a otros tiempos, a  otra vida.

Es la magia de la música cuando sale del alma. La noche, la ciudad están en deuda una vez mas con él.

La fortuna esta noche sonrió, apenas unos euros, pero justo lo suficiente para un chocolate caliente que resucite a este cuerpo y engrase las bisagras.

A esta noche le puso de nombre Nevermore. Y a ella le dedicó esta improvisación instrumental titulada: Rosas, Estrellas y un sueño inacabado.

Desde el deslunado, se le puede oír a lo lejos, su música se va colando a través de los balcones, terrazas interiores, por las cocinas en los hogares de todo el barrio empapando de sonidos trufados el aire enturbiado que escupe contaminado cada día la ciudad.

Mañana será otro día.

Rod Rodríguez



2 comentarios:

  1. Me encanta la imagen mental que me dejas con ese musico, cantandole a las estrellas... mañana siempre es otro dia. Y luego otra noche para que le vuelva a cantar!
    Un saludo,
    Mar.

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  2. Si era irresistible no hacerse la foto junto a Elvis en plena acera de Calviá bajo la atenta mirada de la luna llena. Ante los comensales los autenticos extranjeros pareciamos nosotros. Y dijimos Its Now Or Never...Mil gracias por tu comentario Mar.

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